El mus y la empresa

20 septiembre 2005


Muchas situaciones de nuestra vida cotidiana se ven reflejadas en una partida de mus. Mi cuñado Rafael, que es un enamorado de este juego (y de su mujer, de sus hijos, de Lobo y de Pichu también), ha leído el libro ‘El Mus y las funciones directivas’, de Juan Luis Urcola y Pablo Carreño - Esic Editorial - y me ha enviado un extracto del mismo por correo que me gustó mucho, por eso lo pongo aquí.

“La pareja de mus se identifica con una empresa cooperativa formada por dos socios con idéntico nivel jerárquico y un objetivo común, ganar. Prever los movimientos del rival, organizar los medios, coordinar, decidir –a veces la negociación culmina en un órdago, la situación límite– y controlar es lo que distingue a los buenos de los malos, 'la calidad de los resultados depende de la manera de desarrollar esta estrategia (...) que se conoce en el sesudo mundo de la empresa como proceso de dirección integral'.


El Mus, escuela de vida


En el Mus se encuentra de todo: emoción, sensación de riesgo, alegrías y tristezas. La soledad del directivo también tiene su paralelo en el Mus.

El Mus es un juego rápido, audaz, astuto y, sobre todo, de caballeros, que la astucia sin malicia es caballerosidad. Es escuela de educación y de hombría de bien, donde la palabra vale más que una firma y los errores se pagan sin lamentaciones.

Se hacen amigos, se conoce a las personas, se comparten gratos momentos y ... se disfruta de sanas digestiones. El Mus, por ser un juego, entra sin sentir en cualquier alma sensible.

Las funciones directivas del Mus

Se juega en pareja (función cooperativa); conocer al compañero y al rival - la competencia - es "media victoria" (función prever); la fanfarronería ("somos los mejores") y la imagen es parte de la publicidad, pero cuidado con la propaganda engañosa.

Nadie gana ni pierde solo al Mus, como tampoco engrandece o arruina una empresa él solito (se debe coordinar y cooperar).

Y a la hora de decidir (va un ¡órdago!): información + riesgo + intuición (función decisión).

Todo jugador de Mus debe tener las condiciones y aptitudes de un negociador nato (controlar).

Y se pierda o gane, atentos a las lecciones aprendidas (analizar).

La eficacia en el juego es más un resultado del equilibrio entre las distintas tareas que de la perfección con que se realiza una cualquiera de ellas.

... Y aunque vaya "ciego" (no tiene ni pares) o tenga "perete" (cuatro, cinco, seis y siete) no está todo perdido; no desespere, aún puede llevarse algo".

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