JUGANDO AL MUS: "En boca cerrada no entran moscas"

09 junio 2006

En el mus a veces juegan más las palabras que las cartas. Es muy importante saber hablar y tanto o más saber oír. Una frase con énfasis, una expresión en positivo, un gesto de confianza o una mirada inquieta manifiestan en la mayoría de los casos que se llevan buenas cartas.
“Háblame para que yo te conozca” dice el refrán.

Aplicable perfectamente al compañero cuando se está esperando una señal, un dato, un indicio que nos haga obrar en consecuencia.
“Pero no me hables tanto, que te van a conocer hasta los perros de la calle”, digo yo.
Me gusta el compañero sucinto y claro con la palabra, que juegue con alegría y sepa mentir con gracia.
Ya sabemos que en este juego, lo que decimos generalmente despierta una idea contraria de lo que tenemos. Por eso la verdad y la mentira se confunden y es difícil saber cuándo una u otra están disfrazadas. Conviene entonces juzgar la jugada del contrario NO tanto por lo que dice, sino por el tono con que lo dice. Es más fácil hablar claro y sin titubeos cuando se miente que cuando se dice la verdad.
Pero para eso hay que saber oír, como decía al principio. Oír cómo se dicen las palabras y oír lo que dicen los silencios, que cuando nadie habla se puede oír más que cuando abundan las palabras.
Yo elijo el compañero que habla lo preciso. A los bocazas los prefiero enfrente. Una palabra mal dicha puede arruinar la mejor partida.
Termino con otro refrán: “Más le vale a un hombre tener la boca cerrada, y que los demás le crean tonto, que abrirla y que los demás se convenzan de que lo es”.

2 PERSONAS HAN DEJADO SU COMENTARIO AQUI:

El Duque2una dijo...

¡Hola Jabato, tanto tiempo! Es un gusto leerte nuevamente, auque dudo si eres el que yo conozco.
No entiendo por qué no puedes entrar en la entrada (valga la redundancia) de Zaratustra. Yo lo hago sin problemas y no tengo noticias de que alguien no pueda hacerlo, sino lo contrario.
En cuanto a que tengas que poner un correo de un amigo (¿¿??) para poder escribir un comentario, no sé de donde lo sacas. Ahora mismo estoy poniendo este comentario y no me pide ningún correo (lo repetiré en el artículo de Zara, para que veas que se puede entrar y comentar como siempre). Tu ya has dejado muchos comentarios y sabes que esto no funciona así, por eso no entiendo lo que escribes.
Tampoco me creo que hayas pinchado equivocadamente, en la opción de enviar la entrada a un amigo (ahí si te pide su correo, es lógico) porque como he dicho antes, ya conoces la mecánica, no eres nuevo aquí.
En cuanto a lo del Blog decaído, comparto tu pena... se hace lo que se puede, algunas veces más, otras menos.
De cualquier forma, agradezco tu visita y tu preocupación.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Qué tal, Duque? ¿Cómo va todo? Por supuesto que soy el mismo Jabato que tú conoces.
Vamos dejar el tema de la entrada del blog. Soy algo torpe con la informática en general y admito que pude pinchar donde no debía y que me saliera la pantalla que tampoco debía. Pero el caso es que seguimos aquí con ganas de opinar de mus (y de lo que sea) y revitalizar en lo que podamos el blog. Aunque no escribí ningún comentário, te felicito por la magnífica historia de "La cena de Makelele". Por cierto, la alcaldesa se parece a una locutora de la TV colombiana ¿no? La podíamos cambiar por la Campos o la Curri. Animo a todos a participar. ¡El blog sigue vivo!