El espíritu del Mus

07 diciembre 2005

Al hilo de otros comentarios vertidos en este indispensable "blog", quiero alertar sobre el riesgo que corre, a mi criterio, el "espíritu del mus" en los campeonatos donde los premios son económicos.Desde el Business Mus Club de Barcelona, club al que pertenezco, hemos sido pioneros en cuanto a la magnitud de los premios que se otorgan en campeonatos de mus en Cataluña, donde hasta no hace mucho los torneos tenían como premio un trofeo y poco más. No obstante, aún y pretendiendo aportar premios de cierta envergadura, estos siempre han sido "en especias", es decir un viaje, una estancia de fin de semana en un hotel, relojes y regalos en general que estimulen una "sana" competitividad y aliciente. Creo, no obstante, que los premios en metálico no son lo más adecuado para el mus y que "rompen" con la filosofía de este singular y excepcional juego, pues el dinero, ya se sabe, es muy apetecible y desgraciadamente genera una ambición absolutamente contraria a lo que yo entiendo como mus, es decir conseguir un ambiente amistoso, deportivo y competitivamente saludable. Cuando algún neófito me pregunta sobre a que tipo de juego se parece el mus, no me queda otro remedio que decirle que a ninguno otro, pero quizás por proximidad "popular" al póquer, puesto que es un juego de envite y de engaño, donde no siempre gana quien tiene mejores cartas (y ahí está la gracia), haciendo especial hincapié en que la gran diferencia existente entre ambos es que en el mus no se juega con dinero, sino con unas pequeñas piezas (amarracos) que hay que ir acumulando hasta alcanzar la cifra establecida. Pero claro, el póquer sin dinero es como un jardín sin flores, y precisamente a eso me refiero, pues pienso que el mus debe de reivindicar siempre su nula relación con todo lo que tenga a ver con dinero, porque es, o debería ser, un juego noble, sano, de caballeros, donde lo que se pone en juego vale mucho más que unas monedas, o billetes, pues es el honor de cada uno, el orgullo y sobretodo, el "fair play" de saber ganar... o perder, la humildad del derrotado y la elegancia del vencedor, y los que no son capaces de cumplir esas premisas, exhibiendo un sano sentido del humor no ofensivo... que jueguen al póquer, o a la ruleta!Creo que está bien disputar por obtener un apetitoso premio (merecido, por supuesto), pero por muy caro que este pueda ser (un viaje, por ejemplo), nunca será tan frió como el "vil metal" que desgraciadamente perturba las mentes de los que se creían más sensatos, generando discusiones ridículas y prácticas dudosas (señas falsas, ...), alejadas del "espíritu del mus" entre aquellos que no son dignos de deleitarse con ese preciado manjar de los que comos privilegiados practicantes.

8 PERSONAS HAN DEJADO SU COMENTARIO AQUI:

El Duque2una dijo...

El mus nos gusta y por eso nos convoca tanto. Si hay una peña que organiza “mini torneos” donde hay que poner 10 Euros de inscripción, allí queremos estar. Si hay un torneo de pueblo donde dan 500 euros al ganador, allí queremos estar. Si un periódico de provincia o un restaurante o una empresa de embutidos organiza un torneo con viajes, relojes y chacinas de premio, ahí queremos estar. Si un casino organiza un campeonato de una semana con 600.000 euros en premios, también nos gustaría estar. Si hay una partida con amigos por la cerveza o un décimo de lotería, ahí estamos. El mus se puede jugar por mucho, por poco o por nada, pero siempre que podemos, no le hacemos ascos a una partida.
En mi caso particular, me gusta estar en todas, si puedo. Pero no por el premio en sí, sino por la diversidad. Me gusta jugar contra todo tipo de gente, y si pudiese, contra gente distinta cada día. Esa sensación de llegar a una mesa, por ejemplo en un torneo, y no conocer de antemano a los rivales, presentarte, saludarte, desearte buena partida, etc., me produce un cierto morbillo gustoso que me atrae.
Otra cosa son las disponibilidades de tiempo, las obligaciones familiares y hasta las limitaciones económicas que hacen que pueda estar en un sitio u otro. Por ejemplo, en mi situación actual no podría disputar un torneo de una semana de duración fuera de mi sitio de residencia y no me compensa tampoco la inversión económica para participar en un torneo denominado de los grandes, tipo Casino de Madrid.
En este torneo participé una vez, porque tenía muchas ganas de hacer esa experiencia y tenía asumido el alto coste de la inscripción. Tales eran las ganas de jugarlo que tenía, que aún fallandome el compañero a último momento y encontrándome en el propio Casino, le comenté a uno de los organizadores que si había alguien solo que quisiese jugar de compañero mío, yo estaba dispuesto. Pues no va que me encuentran a uno, otro pirado como yo, y jugamos. Así nos fue. Pero bueno, cuatro o cinco partidas echamos, en un par de noches, porque era a tres ceros y luego había un torneo del jamón. La cuestión es que hice la experiencia y no me arrepiento (mi mujer al día de hoy no lo entiende todavía). Conocí gente contra los que jugué que luego me invitaron a ir a su peña donde hacían minis todos los viernes.
Pero volviendo al tema de los premios en dinero y “el espíritu del mus”, comparto la opinión de Conunpar en cuanto a que prefiero que los premios no estimulen la codicia ni desvirtúen la filosofía de una competición amigable, deportiva y sana. Pero el espíritu del mus debe estar en nosotros, antes que nada. Es inevitable que nos encontremos con personas que no tengan esa moral arraigada, pero esos actúan igual en una partida por la cerveza que una por 600.000 euros. Y también coincido con Trinidad cuando habla de la epidemia de ganster que infectan los grandes torneos y que solo van a por el dinero de los premios. Es cuestión de los organizadores que se decidan a poner remedio o se quedarán sin clientela. Los que amamos el mus seguiremos jugando de la misma manera, sea en un sitio u otro. Primero por el honor, el placer de ganar y fanfarronear que somos los mejores. Y si cae un trofeo para la vitrina, mejor.

Anónimo dijo...
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trinidad dijo...

No podia estar en mejores manos la defensa de ambas tesituras. Pero vamos a ir profundizando a ambos lados de la raya porque sin necesidad de que nadie se mueva de su posicion creo que es posible, y seria lo mas deseable, encontrar puntos que acerquen antes que separen. Y eso teniendo en cuenta que no nos jugamos nada en el envite, salvo ir manifestando opiniones y opciones que posiblemente, y por desgracia, no se van a materializar en algo que pudiera llegar a algun sitio. No olvidemos que esto del mus todavia se escribe con minuscula porque nadie quiere darle la categoria que se merece.
El espiritu del mus es lo primero que hay que salvar. Si jugamos con amigos y/o conocidos ya sabemos que terreno pisamos y obramos en consecuencia. La unica manera hoy dia de ampliar el espectro de nuestros competidores es participar en torneos, donde disfrutaremos de jugar con otra gente que aportara otra forma de encarar la partida. Hay muchos musistas que no participan de este espiritu competitivo, pero hay otros muchos que si.
Esta sociedad en la que vivimos a pesar de pregonar un espiritu muy liberal, a veces se manifiesta de una forma tan cerrada que hace dificilisimo que por ejemplo, un señor de Madrid pueda ir a Barcelona y encontrar una partida de mus sino tiene un contacto previo. En cambio, cualquiera que haya jugado un torneo un poco grande donde sea, ha podido hacer una serie de contactos con gente de esa localidad, o de otras, que a buen seguro le permitiran resolver ese problema con suma facilidad. Esto es algo que tambien da sentido al espiritu del mus. Poder sentarse en una mesa ante un desconocido y al final de la patida saber si has ganado un posible amigo.
Los torneos de mus son una realidad. No se si hay mas de los que debiera haber o no. Pero si se, que a pesar de lo mucho que cuesta realizarlos, son una autentica gozada para los que participan en ellos. Que duda cabe que una atractiva lista de pemios es un aliciente para superar los inconvenientes de modificar nuestra rutina. ¿Y que tipo de premios son los mas convenientes?
Yo desde luego no voy a ir a Benidorm para que me regalen un viaje que no deseo. Pero aunque el premio sean 9.000€, tampoco voy a ir si Canfali, el que lo organiza, no me garantiza que el torneo va a estar limpio de jugadores de ventaja o tramposos. Para coger un cabreo o sentirme estafado, tanto por los organizadores como por los tramposos, me busco otra cosa que hacer.
Igual me ocurre con el Casino de Madrid. Sera el mejor torneo de España, pero no lo sera tanto cuando ya en la ultima edicion, en la entrega de premios hubo silvidos y pataleo ante tanto triunfo "segoviano", cuando estos señores ya estan vetados en varios sitios.
¿Cual es el problema de los torneos con premios en dinero? Posiblemente sea la falta de responsabilidad de los organizadores. O su falta de reflejos. O ambas cosas. O muchas mas.
Como se le dice al Casino de Madrid que espabile. Quien se lo dice. Como se enteran los jugadores corrienetes y molientes que no deben ir a un sitio porque no hay garantias.Cuanta gente va a leer este blog.
La FEMUS no da dinero en sus torneos. Me parece muy bien. No es el unico organizador que lo hace. En Cordoba tambien dan regalos.Relojes, viajes, etc.92 parejas inscritas hoy 7 de diciembre.180€ la pareja.Muchos de los que iban a ir a Benidorm han decidido cambiarse a Cordoba. En Guadalajara tambien 92 parejas el mes pasado, 9200€ en premios y dos parejas excluidas. 150€ la pareja.
¿Que debemos hacer los musistas ante estas situaciones?

Anónimo dijo...

¿Los segovianos? ¿Los hermanísimos y toda la patulea que los sigue? ¿Todavía hay sitios donde los dejan jugar?
Tío, el problema es tuyo. Y te lo digo porqué he pasado por eso, he cogido rabietas tras rabietas, hasta que dejé de ir a esos torneos.
Me gusta todo lo que escribís, me divierte y entretiene y cada día entro para ver si hay algo nuevo. Pero con los torneos no os comáis el coco. Siempre habrá torneos por mucho dinero, siempre se lo llevarán los tramposos y siempre habrá 100 o 200 tontos que paguen para ver eso y mantenerlo. Yo fui uno de ellos.
Volved al “espíritu del mus”, del que habláis. En esos torneos no solo no lo encontraréis, sino que perderéis el que tengáis.

trinidad dijo...

Bueno pues despues de una para Cangas y otra para Tineo, y sin querer por esto dar cerrado el debate, va quedando claro que el hecho de que haya torneos de mus no es una desgracia. Y de que tengan premios en metalico, necesariamente tampoco.
Los premios en especie obviamente alejan a los tramposos, ellos van por "la pasta". Entonces la responsabilidad de que en los torneos con grandes premios en metalico, el campo este limpio de salteadores es de las organizaciones. Como bien dice Conunpar, no se conocera a todos los "habilidosos" pero con negar la inscripcion a la menor duda, se acabo el problema. Ante grandes problemas, grandes soliciones.
Claro que para eso hace falta tener las ides claras. O que los organizadores se pongan en contacto e intercabien informacion. O declarar un boicot personal a todo troneo que no ofrezca garantias de querer seriamente proteger a los que en él se inscriban. (Ver comentario en blog Musenvido)
La primera ocasion para verlo sera en el proximo torneo del Casino de Madrid-Torrelodones del 27 febrero al 4 de marzo. Antes habra otro interesante torneo de calentamiento en el Asador de Daganzo (en Madrid) del 13 al 18 de febrero. Seguro que alli no hay problemas. O mejor dicho, puede haber todos los del mundo, pero seguro que se resuelven.

Anónimo dijo...

Conunpar, no quise decir que todos los torneos sean negativos. Solo me refería a los de Torrelodones y Benidorm, y en general a los que dan mucho dinero en premio. Pero la verdad que releyendo lo que escribí da lugar a que lo interpretes asi. He conocido por este sitio y el enlace que hay, lo que haces en Barcelona y me parece bien, te felicito.
Gracias a gente como tu, que trabajan y dan horas por los demás, muchos disfrutamos de momentos muy buenos en torneos de mus.
Yo jugué muchos años un torneo de empresas en representación de la mía, que organizaba el ayuntamiento y había premios magníficos donados por las propias empresas. Todo en especie. Y el ambiente era estupendo. Y no había oportunistas ni “habilidosos”, al menos yo no topé con ninguno. Había algún colado en alguna empresa, que jugaba bien y no trabajaba allí, que luego nos enterabamos, pero no pasaba de eso. Los torneos en si son bonitos, pero un jugador de mus que se plantee pasarlo bien y divertirse y jugar mus de verdad, no “vivir” de eso, no puede pensar que en los torneos mencionados, con tango dinero en juego y tanto buscador de oro, puede encontrarlo. Yo al menos pienso así.

El Duque2una dijo...

Yo voy a ir a Barcelona, te lo prometo. Solo estoy esperando que aprendáis un poquito más, que me han dicho que sois flojitos, jajajajaja

trinidad dijo...

Amenazo con apuntarme con el de Osuna. Yo rezando al Altisimo y él administrando el material, y nos forramos dando clases.